Para poder decirte que no dejé de pensarte un día, y sin lástima me quieras, que juegues a quererme como antes. Antes de decirme que esto era enfermizo. Antes de que cruzara la línea. Antes de que te besara una y otra vez sin llamarte mío.
Locuras? Cállate. Vos estás tan enfermo como yo. Dónde están tus sueños conmigo?
Sí, te trato mal, siempre lo hice. No te hagas el confundido que bien sabés que te amo.
Te amo más que a mí misma. Deberías alegrarte porque todo mi egocentrismo no cabe en esta playa. Duele tanto. Todo lo que tengo de egocéntrica e insegura, duele tanto. Vos me doles, me doles hasta los pies. Me duele el orgullo y la dignidad. Me duele el alma inexistente. Me duele lo que nunca fuiste, ni fuimos. Qué somos?
Hablé con el cantinero de esta película y le dije que hoy no sirva mil tequilas, lo peor ya estaba diagnosticado. Hoy no, paso, mis lágrimas son mi mejor remedio.
Le pedí que despacito se acercara hasta mí y en voz baja, casi susurrando, le dije:
"Él es mi enfermedad terminal"